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G-9 / Universidad de Extremadura

jueves, 2 de mayo de 2013

Chelsea-Benfica, en la final de la Europa League


Rafa Benítez jugará de nuevo una final europea. Será con el Chelsea en el último partido de Europa League; será el 15 de mayo en el Amsterdam Arena, contra el Benfica. Los londinenses hicieron bueno el trabajo de la ida en Suiza arrollando a un buen Basilea en un Stamford Bridge, que durante numerosos tramos del encuentro coreó el nombre de José Mourinho.
La esperanza le duró un puñado de minutos al Basilea. El tiempo que trascurrió en el vestuario tras el sorpresivo gol de Salah en el minuto 46 y el vendaval azulón en el arranque de la segunda mitad. El Chelsea, que se despachó con solvente tranquilidad durante todo el encuentro, resolvió el pase a la final con tres goles en apenas nueve minutos. Abrió la cuenta Torres, muy activo en la eliminatoria, remachando cerca de la línea un balón escupido por el portero Sommer tras un tiro cruzado de Lampard. La ocasión arrancó en una jugada individual de Hazard, dominante durante el partido, que dribló con maestría a Steinhofer y a Sauro antes de habilitar a su capitán.
No se estaban recuperando los suizos del primer golpe cuando encontraron el segundo. Probó Torres y su tiro, cayó rechazado a Moses que no perdonó en el mano a mano. El asedio inglés era constante, el Basilea no corría con la misma alegría que en los minutos previos al primer gol. El tercero, puntilla definitiva al buen equipo suizo, lo fabríco David Luiz con un chutazo desde unos 25 metros que entró en la portería por la escuadra derecha de Sommer. El brasileño, hombre decisivo en la eliminatoria, puso así la guinda a un tramo final de temporada notable.
Remontada del Benfica
El Benfica remontó en un ‘Da Luz’ entregado el resultado adverso cosechado en Turquia ante el Fenerbahce. Lo hicieron sobreponiéndose al gol en contra de Kuyt, el holandés convirtió desde los once metros el penalti señalado por manos de Garay.
Fue más, mucho más, el Benfica durante todo el partido. Con un juego eminentemente ofensivo desde el arranque, los lisboetas se apoyaron en el partidazo de Nico Gaitán para acogotar al conjunto turco. El argentino abrió la cuenta que se completó, con un doblete, de Cardozo. El paraguayó firmó un latigazo desde la frontal del área, que encontró a Volkan a contrapie, y una definición perfecta en el uno contra uno. Los portugueses vuelven a una final europea, algo que no se vive en Lisboa desde 1962.

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